Haz tu donación a Wikipedia

Support Wikipedia

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Querido maestro, querida maestra.

Les escribo esta carta a pesar de no ser ya alumno suyo, de haber crecido... de haber dejado de ser aquel niño tímido, cariñoso y parlanchín, que cada día iba al colegio con ganas de ver a los amigos, y entre clase y clase divertirme.
Como niño que fui, nunca fui lo suficientemente agradecido para expresar mis emociones más allá de risas y llantos, que iban y venían sin ningún tipo de patrón.

Pues bien, este es el principal motivo de mi escrito: Poder expresar con la claridad que merece unas líneas de gratitud hacia ustedes. Por el tiempo que me dedicaron en persona, y también por el tiempo suyo empeñado fuera de las aulas.

Porque según uno va creciendo y según va pasando el tiempo, gran parte de los conocimientos adquiridos se van diluyendo en nuestra mente (y quien diga lo contrario miente), en buena parte producido por el poco uso de los mismos, dejando paso a otros más recientes. Pero lo que sí que se conserva son recuerdos, momentos, vivencias puntuales que desde niño marcaron nuestra infancia.

Y es que la mía estuvo marcada por muchos momentos que hoy día son recuerdos y que puedo resumir como una infancia feliz: En mi casa, y en el colegio.

Para mi es un orgullo ir caminando por la calle y poder pararme a saludarlos, y ver que la sonrisa devuelta al conversar es mutua. 
Y es que cuanto más pasa el tiempo, más me doy cuenta de lo importantes que fueron ustedes para mi, por todo lo que me aportaron y que hoy día todavía me vale, y me valdrá.

Así que muchas gracias, por haber decidido dedicaros a la enseñanza, por haberla llevado a cabo con diligencia y buen hacer, y sobre todo, por haber perdido vuestro tiempo fuera de las clases en preparar contenidos, manualidades, recursos, películas y libros que nos sirvieron en su día para tener más conocimiento y diversión al mismo tiempo.



P.D. Y como no podía haber sido de otra manera, por si esta carta se pierde y no llega al destinatario, sirva para concienciar a la gente de hoy día sobre cuán importante es, para un niño, un (buen) maestro.

Un maestro no es aquél que estudia magisterio por tres años, acaba la carrera y después de unas prácticas aprueba unas "opos" y se mete en un colegio... o le contratan temporalmente en otro.
Un maestro es todo eso, pero es más: Es una persona que va a trabajar con adultos en miniatura, y que según lo bien que lo haga los niños van a tener una infancia más o menos feliz, y un futuro con mejor o peor recuerdo.

Si esta carta ha caído en tu poder, y eres maestro, gracias. Una y mil veces. Por lo que estás haciendo y por lo que seguirás haciendo.

Y si no eres maestro, piensa un poco en todo ello... que no son en su mayoría funcionarios que tienen más vacaciones que ninguno. Son algo más. Es gente que dedica gran parte de su vida a que nuestros hijos se preparen para el futuro mientras se divierten. Y si crees que puedes hacerlo tú mejor que ellos... adelante, te animo. Estoy seguro de que cuanto más te adentres en ese mundo, más verás lo importantes que son en nuestra sociedad.

3 comentarios: