Haz tu donación a Wikipedia

Support Wikipedia

viernes, 18 de noviembre de 2011

Jesús Javier González "Jota"

Hace tiempo que tenía planteada una entrada como ésta.
Es tiempo de elecciones, tiempo de crisis y hay una tendencia (lógica, por supuesto) a que gran porcentaje de las conversaciones, de opiniones y de información recibida venga a cuento de todo.

La entrada de hoy no tiene nada que ver con ello. Aunque en cierta medida encuentro un nexo que hace que inevitablemente, al pensar en crisis, en los tiempos que corren, piense en él.


Estoy hablando de Jesús Javier González, JOTA*, para el mundo.
Puede resultar complicado imaginarse el por qué dos cosas tan distintas pueden ir unidas en mi mente.
Pero soy una mente complicada, retorcida, y efectivamente: nexo, unión, vínculo, para mí, lo hay,
eso sí, para explicarlo, necesito varias líneas: aquí comienza mi post.

Empleando la tónica que va siendo general en mi blog, lo que a continuación viene escrito será una perspectiva personal,
puede que con algún dato concreto, pero nada biográfico :).

Conocí a Jota, como a tantas muchas otras personas en esta vida: por azar.
Corría el año 1992 cuando decidí apuntarme al equipo de balonmano del colegio, pues ese mismo año no salió equipo de atletismo. Una decisión sin duda influida por mis amigos, que también se apuntaron. Y allí estaba él, nuestro entrenador. Él.

Y así empezamos la temporada, perdiendo todos los partidos porque era nuestro primer año.
Pero algo ocurrió... de repente, de empezar a perder, empezamos a ganar, y sin darnos cuenta terminamos la temporada ganando el torneo de primavera de ese año.

Hoy por hoy, mirando atrás sé el por qué de ese cambio.
Y también sé el por qué de otros muchos cambios producidos en otros equipos que pasaban por las manos de Jota: detrás de todo ello, había un enorme trabajo. Mucha dedicación, mucho entusiasmo, mucho amor. Detrás de todo ello había una misma persona. Una persona que decidió encargarse del club balonmano San Viator cuando Alberto Muñiz, principal responsable del balonmano en el colegio en Valladolid, tuvo que abandonarlo por traslado.

Gracias a él, el club siguió funcionando, nosotros como niños que éramos pudimos seguir disfrutando del balonmano en nuestro colegio,
tanto cuando éramos alumnos suyos como cuando seguimos nuestro camino en el instituto.

Y un día le llegó la oportunidad: un primer reconocimiento a su trabajo. Juan Carlos Pastor le ofreció la oportunidad de
entrar en el Club Balonmano Valladolid como segundo entrenador y principal responsable de la cantera.

"No os preocupéis, Alberto Muñiz vuelve y el club San Viator seguirá funcionando", nos dijo. Lo tenía todo pensado, no se dejaba un cabo suelto, el jodío.

Ese mismo año se alzó con su primer campeonato de España juvenil, con jugadores de la altura de Chema Rodríguez, Íker Romero, Chuchi Martínez o Roberto García Parrondo, tres de ellos ex-campeones del mundo. De ahí siguió cosechando más triunfos con la cantera, formando jugadores y ayudando a Pastor en todo lo que necesitara.

Aprovecho un inciso para comentar que durante esta época Jota, que ya era Licenciado en Ciencias Matemáticas, estuvo dando clases en el colegio Amor de Dios, y formando también a más chavales, quizás de otra manera a como lo hacía en el balonmano, pero siempre dando su toque especial.

Fuera del inciso, fueron pasando los años, y otro buen día decidió dar un salto en su carrera balonmanística, y se fue como primer entrenador del equipo de balonmano Naturhouse la Rioja.

Y de ahí hasta hoy, ha ido pasando los años haciendo historia en ese club, al haber conseguido jugar en Europa, entre otras hazañas que quizás podría narrar con más acierto un periodista deportivo que este humilde servidor.

He resumido bastante muchos años de balonmano, quizás demasiado, pues tendría para un libro contando anécdotas, hechos y logros de Jota, pero
mi objetivo principal no era ése cuando se fraguó la idea de mencionarlo en mi blog.
El objetivo principal de este post es reflejar una admiración, un profundo respeto, y un gran cariño que siento por él.
Él fue mi mentor, balonmanísticamente hablando, y con el paso de los años, más que eso.
Ejemplo de luchador, de guerrero, trabajador y constante, día a día iba grabando líneas en mi interior.
Con el tiempo he ido eligiendo mi camino, con sus cosas buenas y sus cosas malas, y el paso del mismo ha hecho que el contacto haya ido siendo más esporádico, es normal, como todo en la vida.
Pero ya nada puede cambiar el conjunto, la experiencia que he podido asimilar de él, y todo lo que viví hace años está firme y seguro en mis convicciones.

Pero quizás lo que más me sorprendió en su día, y lo que me sigue sorprendiendo de él, no es ni su profesionalidad, ni su capacidad de trabajo ni de hacer las cosas bien. Lo que más me sorprende es su capacidad para amar, su humildad y su gran corazón.

Y volviendo al principio de la entrada, la crisis hace que piense en él, porque me sirve como motivación para intentar superarme día a día a base de trabajo, y porque sabiendo que habiendo gente como él, el mundo después de todo no está perdido...

Este domingo hay elecciones, y mañana se enfrentan Jota y Pastor: que gane el mejor.

* Imagen tomada de welovehandball.wordpress.com