Haz tu donación a Wikipedia

Support Wikipedia

miércoles, 30 de marzo de 2011

LA piscina de San Viator

Lo recuerdo como si fuera ayer:
Me levanté ansioso aquella mañana de verano, desayuné y salí corriendo hacia el colegio, balón de baloncesto en mano y mochila a la espalda.
Iba a ser mi primer día de piscina. Mi primer bono de temporada para pasar allí el verano del 93. Y mi primer balón de baloncesto...
Nunca pensé que ese día fuera a ser el comienzo de una serie de años en el que pasaría los veranos de mi adolescencia y parte de mis inicios universitarios.
Unos veranos que los disfruté como lo que era, como un niño.

Hoy en día, cuando pienso en esos años, pienso en la piscina. Hoy lo puedo decir: Esa piscina tenía algo mágico, que cautivó a muchas personas, y que hizo que muchas de ellas la llegaran a considerar de la familia.

Allí aprendí a jugar a baloncesto, a Magic, al mus, allí jugué a infinidad de juegos de rol, a la escoba...
Y allí conocí a mucha gente. Y gran parte de la gente que conocí también me han ido acompañando a lo largo de los años: gente maravillosa en general, que han ido construyendo sin darse cuenta partes de mi vida, imborrables, imperecederas en mi corazón, que me han formado y me han hecho ser quien soy.
Y también allí pasaron cosas: me reí, lloré, me enamoré, me desenamoré, me divertí, me aburrí(poco)... allí también viví mis pretemporadas de balonmano.
Y todo gracias a un ser inerte, de varios metros cuadrados de terreno, con agua, césped, bancos y un campo de baloncesto que nos hacía el favor de dejar que lo habitáramos en verano.
Pero un día llegaron los hombres grises, y decidieron con su magia negra transformar ese espacio de alegrías y esperanzas en un parking para coches.
Me arrebataron el espacio, pero no podrán arrebatarme los recuerdos que yacen en mi corazón, que son muchos.
Muchas gracias piscina de San Viator, por darme todos esos momentos, y muchas gracias también al padre Jaime, por hacerlo posible.

Dejo un vídeo con una canción que marcó una de las etapas más duras en mi vida, que pasé precisamente también ahí...